Además de jugadores, árbitros, entrenadores y espectadores, hay un invitado especial e inesperado presente en todos los acontecimientos deportivos: el estrés.
Un cierto nivel de estrés ayuda a aumentar el rendimiento al producir adrenalina en el organismo. Guyton y Hall (2001), en su libro “Textbook of Medical Physiology,” (páginas 738-739) explican que la respuesta del sistema nervioso al estrés aumenta la capacidad del cuerpo para realizar una actividad física con más energía.
Sin embargo, un control excesivo o deficiente de esta reacción bioquímica puede tener consecuencias indeseables. Los deportistas que pueden gestionarlo eficazmente tienden a tener menos distracciones y a mantener una concentración óptima durante los partidos, lo que se traduce en un mejor rendimiento general.
Hay muchas formas de afrontar estas situaciones, y en los últimos años han ganado popularidad los métodos propuestos desde 1975 por Daniel Goleman (en su libro "Inteligencia emocional"), y también por Tim Gallwey (en sus libros de la serieEl juego interior), que se centran en la gestión del diálogo interno del individuo, tanto emocional como mental, en cada situación.
Estos métodos se basan en la premisa de que la mente y el cuerpo están estrechamente interconectados, y que la práctica mental puede tener un impacto significativo en el rendimiento físico y emocional.
En el deporte, tanto competitivo como recreativo, puede haber una amplia gama de resultados, debido a las habilidades técnicas y tácticas de los jugadores, así como a aspectos menos visibles, como el estado de ánimo y los niveles de estrés. Esta fluctuación en los resultados es una realidad constante en los deportes de competición, que afecta tanto a jugadores individuales como a equipos enteros. Estos aspectos pueden ser a la vez causa y efecto, retroalimentándose en un bucle potencial del que es difícil escapar.
En deportes de equipo como el baloncesto, la coordinación, la comunicación y la toma de decisiones entre los jugadores individuales de cada equipo son esenciales. La gestión eficaz del talento y el potencial individuales también es fundamental para el éxito.
Objetivo de este estudio:
El objetivo de este estudio es explorar el potencial del Inner Management en el deporte como herramienta global e integral para ofrecer a los deportistas, entrenadores y padres que apoyan diariamente a sus familiares deportistas, la oportunidad de descubrir mejoras en su gestión de aquellos factores bajo su control, incluyendo el estrés y la respuesta emocional, para conseguir resultados tanto individuales como de equipo, mejorando así su propio rendimiento y en consecuencia el del equipo.